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Epidemiologia

      En nuestro país no se ha encontrado ningún trabajo epidemiológico. Por lo tanto, se desconocen la incidencia y la prevalencia real de los casos de sumisión química en España. Por el contrario, sí se dispone de información sobre la situación en otros paí- ses, a pesar de que el número de trabajos publicados no es muy elevado y, por lo general, se acepta que las cifras concernientes a este tipo de delitos subestiman la realidad debido a que la prevalencia real de la sumisión química nunca podrá ser conocida, ya que o bien muchos de esos casos nunca se denuncian o bien la denuncia se presenta tan tarde que se entorpece la investigación. En muchas ocasiones, es la vergüenza que sufre la víctima lo que le impide interponer la denuncia.

       A lo largo de los últimos 10 años el número de casos de agresiones sexuales en las que medió la administración de alguna sustancia (DFSA: drug facilitated sexual assault ) ha ido incrementándose en la Unión Europea. A partir de una serie de encuestas realizadas en seis países de la Unión, aproximadamente el 20% de las mujeres europeas han experimentado algún tipo de agresión sexual durante su vida adulta. Sin embargo, se asume que la escala real de estos delitos no se conoce debido a que carecemos del sistema de monitorización adecuado.

       En Francia, se ha estado realizando encuestas desde el año 2003. En estos años se ha comprobado que las víctimas más frecuentes de estos delitos son las mujeres y los niños, siendo las sustancias implicadas principlamente benzodiacepinas, especialmente clonazepam y bromazepam. Concretamente, en la encuesta de 2008 se confirman 43 casos de sumisión química, 38 en adultos y 5 en niños. Durante ese año no informan de ningún caso producido por gammahidroxibutirato (GHB), a diferencia de lo ocurrido en años anteriores. Entre las drogas de abuso, las más frecuentemente encontradas fueron cannabis y cocaína. Hubo 111 casos de posible sumisión química que posteriormente no se pudo confirmarlos y 38 casos de vulnerabilidad química, de los que 25 estaban relacionados con el consumo voluntario de sustancias psicoactivas. Concluyen los autores del mencionado estudio que el consumo voluntario de alcohol y cannabis supone un factor de vulnerabilidad, ya que potencian los efectos sedantes y desinhibidores de las sustancias utilizadas por los agresores.

       A diferencia de los resultados de los estudios franceses, en el británico, conocido como Operación Matisse y auspiciado por la Association of Chief Police Offi cers del Reino Unido, se detectó en un número alto de casos la presencia de alcohol, cannabis y cocaína, además de los fármacos prescritos a las víctimas, sin que se detectara en ningún caso la presencia de GHB ni flunitrazepam. Otros países europeos en donde se han publicado numerosos casos de sumisión química son Italia, Bélgica y los Países Bajos.

       Se conocen también datos epidemiológicos canadienses gracias a un estudio realizado en 1993-2002. En dicho estudio se estableció que entre los 1.594 casos de agresión sexual estudiados, un 21% podría estar relacionado con la sumisión química, hecho que fue confirmado en un 15,4% de los casos estudiados. Los autores insisten en la necesidad de disponer de programas de prevención específicos, ya que el mayor riesgo de experimentar este tipo de agresiones lo presentan las mujeres de entre 15 y 19 años. Entre las sustancias encontradas más frecuentemente destacan las benzodiacepinas, como flunitrazepam, lorazepam y alprazolam, y otras sustancias, como ketamina, zolpidem, hidrato de cloral y GHB.

 

     Concluyen los autores que cuando las agresiones sexuales se realizan mediante sumisión química, la víctima tarda más en solicitar la atención médica, se presentan menos denuncias a la policía y el número de lesiones es menor. A pesar de que no se ha publicado hasta la fecha ningún estudio epidemiológico realizado en España, podemos mencionar un caso registrado en el Hospital Clínico de Barcelona en el que se atendió a una joven de 20 años a quien se había administrado GHB. En el mencionado hospital se realizó un estudio cuyos resultados fueron expuestos en el marco de las IV Jornadas de Actualización en Toxicología celebradas en Barcelona en 2009, aunque hasta la fecha no han sido publicados. La conclusión más llamativa del mencionado estudio es que aproximadamente el 20% de las mujeres violadas atendidas en el Servicio de Urgencias del mencionado hospital habían sido objeto de sumisión química. Las sustancias más frecuentemente encontradas fueron benzodiacepinas. En algunos casos se detectó la presencia de escopolamina, GHB, cocaína o anfetaminas. 

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